La quiero, a todas horas, todos los días. Sin segundas intenciones, sin ases bajo la manga, sin dudas. Por las mañanas, recién levantada, con el pelo hecho una mierda y con la carita de dormida que lleva todavía. También cuando se enfada por tonterías, frunce el ceño, hincha las mejillas y agacha la cabeza. Enfadada es como un gatito que se cree león. Pero, me gusta más cuando se desenfada, porque después de bastante tiempo buscándole las cosquillas, ya se me todas las claves. Le soplo aire justo debajo de la oreja, le hago cosquillas en la tripa, justo debajo del ombligo. Le muerdo el labio inferior, le acaricio el cuello con la nariz. Se me casi todos los trucos para hacerla suspirar, morderse el labio y que me diga:"Eres mi tonto, eh". Me encanta serlo. Me gusta cuando vemos películas románticas y te pones sentimental, cuando por cosas del destino ambos amamos una película casi desconocida a esta edad, y esa sonrisa que pone solo con pensar que es solo nuestra. Cuando me doy cuenta de que nosotros ya tenemos algo de esas películas, o mejor. La quiero cuando se arregla con su ropa pija solo para hacerme feliz, se pone con sus botas y me mira a veces con cierta inseguridad, pero tranquila cariño, estás preciosa. Y también la quiero cuando sale desarreglada, con su pijama, y me dice que deje de mirarla pero no puedo evitarlo. Cuando me hace reír tanto que me demuestra lo perfecta que puede llegar a ser, cuando hacemos mil cosas en unas horas, o tal vez ninguna, no importa, a su lado soy feliz. La quiero cuando la hago rabiar y me da una bofetada para que pare o para decirme lo tonto que soy a veces, y bueno puede que no fuera solo un "gatito". Y cuando la beso se desenfada. Y volvemos a empezar otra vez. Y la quiero por eso, porque somos nosotros contra el mundo. Porque no hay un porque, sólo es ella. La quiero y punto final, sin peros♥
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